La Ceiba

   Un árbol majestuoso simboliza la fuerza, la longevidad y la sabiduría, a menudo representando el ciclo de la vida, la conexión entre el cielo y la tierra, y la perseverancia. También puede representar la resiliencia ante la adversidad, la herencia transmitida de generación en generación y el crecimiento espiritual o la iluminación.

   Para los taínos, el árbol de ceiba era un árbol sagrado que simbolizaba la conexión entre el cielo, la tierra y el inframundo, siendo un hogar para los espíritus. También representaba la vida, la fuerza, la resistencia y la protección, y se usaba en rituales para obtener fuerza, sabiduría y bendiciones. Los taínos incluso pedían permiso al espíritu del árbol antes de usar su tronco para construir canoas.

Al final de la calle donde me crié había uno de estos gigantes. Cuantas veces le vi de camino a la escuela, alto, imponente, y sereno. Nunca me pregunte su edad, pero considerando la proteccion erguida a su alrededor, me imaginaba que era quizas de la misma edad que mi pueblo. Hoy, lo rcuerdo con cariño, pues en mi último viaje a la isla que me vió nacer, el coloso habia desaparecido. Me pregunto si alguien lloró su ausencia. Para ese, mi amigo de la infancia, este poema en su honor.

La Ceiba

En la plaza de mi pueblo

hay una ceiba majestuosa

con sus brazos extendidos

como una aparición gloriosa

Nadie sabe quién o cómo

se plantó en ese lugar

son preguntas que curiosos

me preguntan al pasar

Banquillos de hierro tiene

alrededor de su tronco cercado

presto a recibir al que viene

usualmente al enamorado

Cada viernes por la noche

debajo de sus grandes ramas

se reunen dos o tres

para su juego de damas

Los domingos por la tarde

después de la misa santa

con su fresca sombra cubre

a quien el bochinche le encanta

Mi querido árbol de ceiba

te pido recuerdes mi faz

en el rostro de mis nietos

cuando los veas pasar.

José Luis Silva-Díaz